Efectos negativos de la reducción de estómago en diabéticos

Oct 24, 2024
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Últimamente, muchas personas están optando por atajos como la reducción de estómago para perder peso, pero... ¿es una buena idea cuando tienes diabetes tipo 2? En general, ¿es buena idea?

¿Qué es la diabetes tipo 2?

Si no lo sabes ya, la diabetes tipo 2 es como ese invitado molesto que llega sin avisar, se sienta en tu sofá y te cambia todos los canales de la tele. El cuerpo deja de procesar bien el azúcar, y lo que antes era un dulce placer se convierte en una bomba de glucosa.

El páncreas dice "basta" y la insulina no hace su trabajo como antes. Aquí es donde entra la famosa dieta del diabético tipo 2, que más que una dieta es una especie de “manual de supervivencia” en el mundo del azúcar. Cuando en realidad, no es así. No hace falta que te restrinjas

Pero vamos a descubrir primero, por qué es mala para ti la reducción de estómago.

¿Por qué evitar la reducción de estómago? (Spoiler: No todo lo que brilla es oro)

Ahora, si estás pensando que la reducción de estómago es la varita mágica que resolverá todos tus problemas, ¡espera un segundo! Este procedimiento, aunque muy efectivo para perder peso, puede tener efectos negativos para quienes viven con diabetes tipo 2.

Entre ellos, el cuerpo puede absorber de manera diferente los nutrientes que necesitas para mantener el azúcar bajo control. Así que, en lugar de solucionar tus problemas, podrías terminar como un mal episodio de un programa de cocina: mal cocido y con la receta arruinada.

Efectos secundarios de la reducción de estómago.

La reducción de estómago o cirugía bariátrica, puede ser una opción para perder peso, pero también conlleva una serie de efectos secundarios que pueden complicarse, especialmente en personas con diabetes tipo 2. Aquí te dejo los principales:

1. Deficiencias nutricionales:

Al reducir el tamaño del estómago, se altera la absorción de nutrientes esenciales como el hierro, calcio, vitamina B12, y sobre todo vitaminas liposolubles como la vitamina A, E, D y K, entre otras. Esto puede llevar a la anemia ferropénica (si te falta hierro) o megaloblástica (si te falta B12), osteoporosis, sarcopenia y problemas neurológicos. Para una persona con diabetes, que ya debe tener un cuidado especial con su alimentación, estas deficiencias pueden empeorar el control de la glucosa a largo plazo aunque a corto lo mejore.

2. Hipoglucemia:

Después de la cirugía, algunos pacientes  experimentan hipoglucemias reactivas (niveles de azúcar en sangre muy bajos). Esto se produce debido a la absorción rápida de los alimentos, sobre todo de azúcares simples y la rápida llegada de los mismos al intestino (recuerda, ya no tienes estómago y no retienes nada). Para alguien con diabetes tipo 2, esto puede ser un problema grave, ya que el azúcar en sangre puede bajar peligrosamente rápido causando síntomas adversos. Estás hipoglucemias pueden suceder en el contexto del síndrome que te explico a continuación.

3. Síndrome de Dumping:

Esto ocurre cuando los alimentos pasan muy rápido del estómago al intestino delgado. Los síntomas incluyen náuseas, vómitos, diarrea, mareos y sudores fríos, a menudo después de comer alimentos altos en azúcares o grasas. ¡Imagina tener esto encima de manejar la diabetes! Una combinación poco deseable.

4. Problemas digestivos:

Las personas que se someten a la reducción de estómago pueden experimentar gases, hinchazón, acidez, o incluso obstrucciones intestinales.

Para las personas con diabetes estos efectos secundarios pueden interferir con su plan alimenticio y lo más importante, con su capacidad para aprender a comer disfrutar de la comida.

Recuerda, el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad tiene un gran componente psicológico de mejora de la relación con la comida. La cirugía te opera el estómago, pero no cambia tú mente, ni tus creencias, principios, valores ni tampoco tus prioridades. Plantearte esto es fundamental si quieres lograr unas buenas metas a largo plazo. 

5. Cambios emocionales y psicológicos:

Después de la cirugía, algunos pacientes pueden enfrentar depresión o ansiedad debido a los cambios drásticos en el cuerpo y en la manera de comer.

Para las personas con diabetes, que ya enfrentan una condición crónica, estos cambios emocionales pueden agravar su bienestar general.

Esto puede agravarse más aún si se regana peso después de la cirugía, que también puede ocurrir si no ha habido un cambio real de hábitos y estilo de vida.

6. Infecciones y complicaciones quirúrgicas:

Como cualquier cirugía, la reducción de estómago conlleva el riesgo de infecciones, coágulos sanguíneos, problemas pulmonares, y complicaciones en la cicatrización. Además, en personas con diabetes, el riesgo de infecciones postoperatorias es mayor debido a la curación más lenta.

Esta tasa de complicaciones será mayor cuanto más peso se tenga de forma previa a la cirugía, por eso, muchas veces se exige perder al menos un 10% del peso en muchos centros sanitarios.

7. Problemas de ajuste con medicamentos:

Después de una reducción de estómago, el cuerpo puede absorber los medicamentos de manera diferente, lo que puede dificultar la regulación de los niveles de glucosa o dificultar el control de otras enfermedades que requieran medicación oral. Ajustar las dosis de insulina u otros medicamentos se puede volver más complejo.

En resumen: la reducción de estómago no es una varita mágica (por mucho que muchos la quieran vender así) y, para las personas con diabetes tipo 2, los efectos secundarios pueden ser serios y complicar aún más su control de la enfermedad a largo plazo.

Es crucial evaluar los riesgos junto con los beneficios antes de tomar una decisión. Y sobre todo, lo más importante, en caso de que decidas someterte al procedimiento debes asegurarte de que tus hábitos de estilo de vida se han modificado.Contacta conmigo, Dr. Víctor Bravo y te podré aconsejar de la mejor forma. 

¿Con qué se cura la diabetes tipo 2? 

Vamos a romper un mito aquí: la diabetes tipo 2 se revierte.

Se maneja, se controla, se domestica. Pero, cortarse la mitad del estómago puede hacer que la diabetes se vaya durante un tiempo, pero si no cambias tus hábitos puede volver a aparecer a la larga. Básicamente porque una cirugía de este tipo te puede hacer perder mucho músculo, el principal almacenador de la glucosa. 

El tema de aprender a comer y hacer ejercicio de fuerza es mucho más efectivo. Puedes aprender a equilibrar tus comidas y ser el chef estrella de tu propia salud. Así que, antes de buscar caros atajos quirúrgicos, ¡mejor ponte manos a la obra con tu plato!

Aprender a comer (¡No te asustes, no es tan difícil!)

La frase "aprender a comer" puede sonar como una amenaza, pero es más bien un superpoder. Los cambios de alimentación son la clave para controlar la diabetes tipo 2, y no hace falta ser un chef Michelin. 

Puedes tunear tus comidas para que sean más ricas y saludables. Y aquí te dejo cómo empezar: Lista de la compra saludable de Mercadona

En resumen (o como diría tu abuela, “aquí está el chisme”)

La reducción de estómago puede parecer una solución rápida para bajar de peso, pero para las personas con diabetes tipo 2, puede convertirse en una receta complicada con más riesgos que beneficios. 

Mejor, en vez de tijeras, agarra un tenedor y aprende a comer. ¡Tu estómago y tu páncreas te lo agradecerán! Unido al ejercicio de fuerza conseguirás bajar tu glucosa y tu peso de manera efectiva sin tener que pasar por un quirófano.

 

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